(Parte 2)
Porque es más fácil decir palabras hirientes que palabras de aliento y esperanza a las personas que nos rodean, traigo la segunda entrega de las reflexiones de Madre Teresa de Calcuta. Porque ella nos enseñó que la mayor pobreza la encontró no en los arrabales de Calcuta sino en los países más ricos cuando falta el amor.
Hay cosas que te encantaría oír, y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oír las de aquel que las dice desde su corazón.
El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos y no tratarlos de voltear en nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.
Haz las cosas pequeñas con gran amor
Ve por donde quieras ir. Sé lo que quieres ser, porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer.
suficiente felicidad para hacerte dulce,
suficientes pruebas para hacerte fuerte,
suficiente dolor para mantenerte humano,
suficiente esperanza para ser feliz.
Nunca digas adiós si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado, a aquel que aún cree, aunque antes haya sido traicionado, aquel que todavía necesite amar, aunque haya sido lastimado y aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.
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