Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar. Yo siento en el alma una alondra cantar tu acento Margarita: te voy a contar un cuento. Este era un rey que tenía un palacio de diamantes; una tienda hecha del día y un rebaño de elefantes; un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú. Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer. La princesa era traviesa y la quiso ir a coger. La quería para hacerla decorar un prendedor con un verso y una perla, y una pluma y una flor. Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: cortan lirios, cortan rosas, cortan astros, son así. Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella ...